A poco más de dos semanas del Salón de la Motocicleta de Milán, comúnmente conocido como EICMA, el fabricante austriaco Horwin ha levantado el velo sobre dos modelos eléctricos tomando las líneas de un Café Racer.
Para ampliar su oferta de vehículos eléctricos de dos ruedas, la empresa vienesa Horwin ha decidido variar los placeres: después de un scooter, una mini-bici, ciclomotores y un motocross, todos electrificados, plazas para dos motos también cero emisiones, la CR6 y CR6 Pro, que la marca presenta en un comunicado de prensa oficial unas semanas antes de la feria de motos de Milán.
Autonomía para poner en perspectiva
Organizada del 5 al 10 de noviembre de 2019, la 77 edición de EICMA mostrará estos dos modelos disponibles a partir de finales de noviembre. Dos modelos cuyo diseño se basa deliberadamente en el de Café Racer, explicando el por qué y el cómo en cuanto a su respectivo nombre: CR, para Café Racer. El caso es que el par se clasifica en la categoría de 125cc, como apunta el grupo, para usos urbanos y periurbanos.
Estos biplazas muestran características relativamente diferentes a pesar de sus líneas estilísticas idénticas. La versión estándar tiene una autonomía de 150 kilómetros, frente a los 130 kilómetros de la versión Pro. Sin embargo, tenga cuidado, esta autonomía se ha calculado a partir de una velocidad media de 45 km / h. De hecho, las dos motocicletas deberían recorrer una distancia menor si la velocidad supera el límite mencionado anteriormente.
Precios todavía muy caros
Su respectiva velocidad máxima alcanza los 95 y 105 km / h, mientras que su peso difiere en seis kilos: 134 para el primero, 140 para el segundo. Lógicamente, el CR6 Pro pasa de 0 a 100 km / h más rápido que su primo: cinco segundos contra seis segundos. En cuanto al tiempo de carga, cuente tres horas para el 100% en el modelo base, contra el 80% para el más eficiente. Todo en un enchufe estándar.
Disponible en cuatro colores - negro, blanco, verde metalizado y azul metalizado - el Horwin CR6 estará disponible por 5 euros, mientras que el CR890 Pro, solo fabricado en negro, cosquilleará los 6 euros.